Temores

A veces me sorprendo a mi misma en niñerías dignas de una niñita de 8 años que le esconde la libreta de notas a sus padres, pero con cosas mucho más estúpidas. Es tan grande nuestro miedo al rechazo y tan grande nuestra necesidad de encajar que a veces olvidamos que no necesitamos pensar o sentir igual que el resto, no tienen por qué gustarnos las mismas películas o el mismo tipo de música, no tenemos por qué saber lo mismo, no por complacer hay que negar nuestros gustos. Y qué si otros piensan que aquella película con la que lloraste es tonta, o que las canciones que escuchas son iguales a todas las demás canciones del momento. Me parece que si alguien te mide o califica de acuerdo a tus gustos o preferencias como más o menos digno de amistad simplemente no merece tu compañía o atención. Está bien intentar rodearte de un montón de amigos con tus mismas aspiraciones y nivel intelectual, pero es muy probable que del mismo modo que todos terminan un tanto mimetizados, terminarán por aportar muy poco a tu vida, el refrán que reza "en la diversidad está la perfección". He conocido un montón de gente a lo largo de mi vida, y en esos pocos y peculiares compañeros que encontré tan ajenos a mi descubrí las mayores virtudes y de ellos tomé las mejores enseñanzas. Sólo espero un día descubrir que ya no siento temor y que libre y llena de confianza les cuento que ese libro que encontraron tan cliché, esa comida que les desagrada tanto, que mi idea del amor y tantas otras cosas que me hacen única me encantan. Con este blog espero avanzar en ésto y les deseo lo mismo a ustedes...

*Las imágenes de mi blog sí que son una copia, no me atribuyo su autoría, sólo soy dueña de mis palabras.